Si de algo nos damos cuenta las mujeres es que muchas veces nos vemos "ausentes", y por qué estamos "ausentes"?, porque aunque parezca contradictorio estamos en todo y para todos. Una mujer se sobrecarga de trabajo, por nuestra educación y por nuestra forma de ser, las mujeres nos sentimos responsables de todo lo que nos acontece alrededor, necesitamos estar pendientes de todo y de todos, y al final ese sobrecargo nos lleva al agotamiento, sobre todo cuando se intenta compatibilizar trabajo, casa, hijos y ocio.
Cuando nos reunimos mujeres y hombres, las mujeres siempre solemos hablar de lo agotadas que estamos, que no paramos y no tenemos tiempo para nada, los hombres en cambio hablan de lo bien que les ha ido con todo el trabajo que tenían ¿por qué será...? entre otras cosas porque nosotras somos más dadas a contarnos todos nuestros sentimientos y los hombres todas sus batallas, aunque el trabajo sea igual, las mujeres nos cargamos de mayor responsabilidades porque NO desconectamos, le damos vuelta a todo aquellos que hemos hecho, que estamos haciendo y por aquello que tenemos que hacer y así no conseguimos disfrutar de aquello que hacemos ni de los que están a nuestro alrededor, pues estamos "ausentes".
Tenemos que volver a la tierra y para ello necesitamos dos palabras claves NO y DELEGAR, tenemos que aprender a desconectar y dejar que "otros" asuman responsabilidades y aquí NO PASA NADA!!!. Buscar nuestros momentos y no sólo a las 12 de la noche cuando ya todos se han ido acostar y te quedas sola en el salón, disfruta también de un descanso merecido.
Pero no te hagas ociosa, aprovecha los momentos de descanso para hacer esas tareas que te satisfacen más, que te hacen desconectar y te ayudan a volver ser tú y no nosotros....
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